Se ha comprobado que aumentando el consumo de proteínas y bajando la ingesta de grasas y de hidratos de carbono, conseguimos quemar la grasa acumulada en el organismo con más facilidad.
A partir del tercer día disminuyendo los hidratos de carbono, aumentan los cuerpos cetónicos en el organismo, consiguiendo por un lado disminuir la sensación de hambre, y por otro, estimular el metabolismo dando al paciente la sensación de tener más energía.
Con esta dieta conseguimos bajar peso de forma rápida y lo que es mejor bajar volumen, además de evitar que aparezca la flacidez que acompaña al adelgazamiento.
Ha de realizarse bajo estricto control médico, son necesarios análisis clínicos, y requiere el aporte de sales minerales y vitaminas mientras se realiza la dieta. Es apta para pacientes sanos.